Tuesday, February 28, 2012

Pinzamiento de Tobillo, causa de dolor en los Bailarines


Con la reciente popularidad de la película, Cisne Negro, me he decidido a escribir sobre una condición músculo-esquelética en los bailarines: El pinzamiento del tobillo. Usted no tiene que ser un Fisioterapeuta, especialmente si alguna vez has visto el ballet clasico, para saber que los bailarines sufren de lesiones de tobillo y pie. Los bailarines de ballet en particular demandan increíbles exigencias físicas impuestas a sus pies y los tobillos, acondicionado sus tobillos y pies para ser capaz de soportar las tensiones de la danza en punta. Pinzamiento del tobillo es una condición dolorosa en la que las estructuras de los tejidos blandos alrededor del tobillo se comprimen y se pellizcan, lo que lleva a la inflamación, el dolor y la hinchazón. El crecimiento anormal de los huesos, la anatomía, los esguinces de tobillo y  la inestabilidad crónica, y / o artritis pueden contribuir a esta condición dolorosa. El pinzamiento podra limitar el movimiento en el tobillo y una pérdida en el rango de movimiento (ROM). Hay dos tipos de pinzamiento del tobillo visto en los bailarines.

Pinzamiento anterior Esta condición se manifiesta como dolor en la parte superior (dorsal) y exterior (lateral) zona de los pies. Es común sentir dolor con pie en cuclillas.

Pinzamiento posterior Esta condición es sentida como  dolor detrás del tobillo y/ o encima del talón. Comúnmente es sentida flexionando los dedos del pie  hacia abajo.

Picture: Rei Ichikawa from middle school in Kawasaki, Japan

by Jorge Ulloa Palma
Ulloa Fisioterapia.


A pesar que la  compresión del tobillo es una lesión común en el Ballet Clasico, los  no bailarines también sufren de esta condición. Por lo general el pinzamiento del tobillo anterior es secundario a los pies planos o un esguince crónico de tobillo. Después de los esguinces de tobillo, los tejidos dañados pasan por un proceso de cicatrización y remodelación. Si no se rehabilitaron o no fueron rehabilitados del todo, los tejidos no se curan de forma óptima, lo que lleva al dolor crónico y, posiblemente de paso al pinzamiento del tobillo. Si usted se identifica con uno o varios de los puntos señalados busque el apoyo de un Fisioterapeuta Certificado para evaluar la flexibilidad, estatus muscular y la movilidad articular . Además de ofrecer tratamiento para aliviar el dolor y la inflamación, los fisioterapeutas pueden ofrecer un tratamiento individualizado para poder aumentar el rango de movimiento y fortalecer todos los tejidos blandos adyacentes. 

Fibromyalgia and Physical Therapy

If you deal with the aches and pains of fibromyalgia, the thought of beginning an exercise program may make you cringe. In the long run, however, it can do you a world of good. Consider this: Physical therapy has helped many fibromyalgia patients get active and manage their fibromyalgia pain at the same time.
Anne Reicherter, PT, DPT, PhD, a licensed physical therapist and associate professor in the department of physical therapy in the School of Medicine of the University of Maryland in Baltimore, says physical therapy can help fibromyalgia patients “manage their daily living with less pain and generally make life more enjoyable.” She explains that people with fibromyalgia pain are often caught in a vicious cycle: Pain and fatigue prevent them from being active and exercising, but inactivity can trigger more pain and fatigue.
Another benefit of proper exercise? It’s one way to help you get restful, restorative sleep every night. And good sleep benefits fibromyalgia patients, as sleep disturbances are a common fibromyalgia symptom. Working with a physical therapist can help you get the exercise you need for a good night’s rest. Reicherter says physical therapy can also eventually reduce the need for pain medication, and possibly even surgery.
Fibromyalgia patients may find it hard to start an exercise program on their own because they fear it will make their symptoms worse. By having a physical therapist tailor a gentle, yet effective program with your particular pain and fatigue levels in mind, you can eliminate the hard part — getting started. And a recent study found that fibromyalgia patients who participated in an exercise program designed for their specific needs showed improvements in their mood, functioning, and physical abilities even six months after the program ended.
Physical Therapy Options for Fibromyalgia Relief
Increasing flexibility and strengthening muscles through a maintainable exercise routine are two important ways physical therapists reduce fibromyalgia pain and make life more manageable. Options include:
  • Stretching. By increasing flexibility through stretching, tight, stiff muscles loosen up, providing fibromyalgia relief. Your physical therapist can instruct you on the proper way to stretch muscles, tendons, and ligaments. The National Pain Foundation recommends keeping the number of repetitions low — 5 to 10. Holding a stretch for 30 to 60 seconds is good for large muscle groups, with possibly only one to two reps necessary.
  • Aerobic exercise. Low-speed and low-impact activities are best, says Reicherter. Stationary bicycles and elliptical machines are usually less stressful on the joints.
  • Aqua therapy. Swimming and other water exercises are excellent for fibromyalgia patients. Says Reicherter, “The buoyancy of the water can lessen stress on muscles and joints and improve flexibility.” A heated pool may be especially beneficial because the heat can soothe sore muscles.
More Ways to Relieve Fibromyalgia Pain
Transcutaneous electrical nerve stimulation (TENS) stimulates nerve fibers and can decrease fibromyalgia pain. Reicherter says TENS helps:
  • Block pain signals to the spinal cord
  • Release the body’s own natural pain-killing chemicals
  • Improve local circulation and gently contract muscles for healing and relaxation
Reicherter also recommends massage, saying it is helpful in relieving muscle spasms or soreness, but is best used in combination with stretching, strengthening, conditioning exercises, and lifestyle modification, rather than as a standalone therapy.
Choosing the Right Physical Therapist for Your Fibromyalgia Pain
The American Physical Therapy Association provides these tips for choosing a physical therapist:
  • Check for a license. It’s important that your physical therapist is licensed in your state. If you are receiving therapy from an assistant, make sure he is supervised by a licensed physical therapist.
  • Get a referral, if needed. Most states allow you to find a therapist without a physician referral, but it’s best to double check.
  • Some fibromyalgia patients say they feel worse after starting therapy, but Reicherter says this should not happen if you are getting good therapy and are going slowly. Overdoing exercise or activities after you start to feel better can make you feel worse. Reicherter also points out that exercise soreness is different from fibromyalgia pain. Once you get used to the exercise, you should start reaping its benefits: less pain every day.

La tromboflebitis

Definición
La tromboflebitis es la inflamación de una vena como consecuencia de una trombosis. La trombosis es la formación de un coágulo en el interior de una vena, y la flebitis es la inflamación de una vena en general (por ejemplo, puede producirse flebitis después de mantener un goteo intravenoso, o después de un golpe en una vena o por una infección próxima a una vena)
Los síntomas de la tromboflebitis son dolor y tumefacción de las áreas situadas en los alrededores de la inflamación, y muy frecuentemente aunque no siempre, enrojecimiento de la piel.
La tromboflebitis puede afectar a una vena situada en el interior de un órgano o de una extremidad (por ejemplo cuando se produce una trombosis venosa profunda) o por el contrario puede ser una tromboflebitis superficial, cuando el cóagulo se forma en una vena situada bajo la piel.
Causas
La tromboflebitis superficiales pueden producirse cuando una de las venas que corren debajo de la piel es objeto de un trauma, como por ejemplo la administración de un fármaco irritante por vía intravenosa, o porque las venas ya están enfermas como ocurre en las varices o, en algunos individuos propensos, por estar inmovilizados durante mucho tiempo. Por ejemplo, existe un riesgo de tromboflebitis en los pacientes que deban permanecer durante mucho tiempo en la cama, o en los que viajan en avión y permanecen muchas horas sentados (en este último caso, se habla del síndrome de la clase turística). También tienen un riesgo de padecer la trombosis de una vena superficial (y la consiguiente tromboflebitis) las mujeres que toman anticonceptivos orales.
La tromboflebitis puede estar asociada a otras enfermedades o padecimientos como son los cánceres abdominales, la enfermedad de Buerger, y por supuesto la trombosis venosa profunda)
Diagnóstico
El diagnóstico se obtiene sobre todo por el aspecto de la zona afectada. La medida del pulso, presión arterial, temperatura, estado de la piel y determinación de la circulación ayudan a definir el diagnóstico. Si la causa de la tromboflebitis no es identificada, pueden ser necesarias algunas pruebas, como son el examen de la circulación de las venas por ultrasonografía Doppler, venografía del miembro afectado, o estudios sobre la coagulación de la sangre, incluyendo análisis de sangre especiales para comprobar si existen déficit en alguno de los factores que intervienen en el mecanismo de la coagulación (en particular de un factor anticoagulante denominado antitrombina III).
Cuando la tromboflebitis se debe o está asociada a otra condición, esta también es investigada por el médico.
Prevención
Si la tromboflebitis se debe a la frecuente administración de medicaciones intravenosas, cambiar los lugares de la inyección ayuda a evitar problemas. En los sujetos inmovilizados, los masajes de las piernas y brazos suelen prevenir la aparición de tromboflebitis y en los aviones se recomienda mover las piernas, levantarse del asiento y masajearse los miembros a menudo.
Aunque la tromboflebitis superficial no suele producir complicaciones, en algunos casos raros pueden desarrollarse celulitis (infecciones en la zona afectada), necrosis (muerte de los tejidos afectados), trombosis venosa profunda o embolia pulmonar
Tratamiento
Una vez que se ha producido la tromboflebitis, el tratamiento consiste en primer lugar en eliminar la causa de la misma. Por ejemplo, si ha sido producida por una infección, esta se debe tratar con antibióticos; si se debe a un problema de coagulación, se administran anticoagulantes. Seguidamente se suelen administrar analgésicos o/y anti-inflamatorios para reducir el dolor y la inflamación, anticoagulantes para evitar que vuelvan a producirse coágulos y, en algunos casos trombolíticos para disolver el coágulo. La inflamación puede reducirse evitando la presión sobre el área afectada o, en el caso de las piernas, elevando estas un poco. La eliminación quirúrgica del coágulo es pocas veces necesaria, pero en ocasiones es la única solución posible.
En general, las tromboflebitis responden bien a un rápido tratamiento médico y las medidas que se toman son para evitar que puedan repetirse en el futuro. Por regla general en una o dos semanas desaparecen todos los síntomas y signos asociados a la misma, aunque el endurecimiento de la vena donde se ha producido puede tardar algo más desaparecer.